Cambio…
…esa palabra ante la cual la mayoría de nosotros nos encojemos de brazos, o que simplemente no nos gusta, porque implica hacer ajustes para los cuales probablemente no estemos listos.
También podría significar estar incómodos por un tiempo, hasta que nos acostumbremos al nuevo ambiente y a todo lo que el cambio trae consigo.
Está bien sentirnos asustados, intranquilos o solo enojados por los cambios que acontecen en nuestras vidas.
Algunos cambios vienen de repente – un accidente, por ejemplo – mientras que otros podríamos ser capaces de visualizarlos y prepararnos para su llegada – cambiarnos a un trabajo diferente o a otro país dentro de unos meses.
La forma en la que lidiamos con el cambio podría darnos cierto conocimiento sobre nuestro pasado – remoto o más reciente.
Nuestros padres podrían haber sido reacios al cambio, y nos pudieron haber enseñado que el cambio es malo y aterrador y que hay que evitarlo tanto como podamos, o bien, ellos podrían haber aceptado el cambio y habernos enseñado que estaba bien y que incluso es importante reconocer que vamos a pasar por cambios constantemente en nuestras vidas.
Sin importar de qué lado estemos, vamos a reaccionar de maneras similares a los modelos que tuvimos en el pasado.
Si no estamos felices sobre cómo nos hace sentir el cambio y queremos afrontarlo de una manera más positiva, o de una manera distinta por completo, existen formas de alcanzar esto.
Esto significará que vienen en camino más cambios – cambio de mentalidad, cambio de tu proceso de pensamiento, cuando las cosas no salen como deberían o se deben ajustar, cambio en la forma en que interactúas con ciertas personas y ciertas situaciones.
El cambio trae cambio.
Algunas formas en las que nuestras vidas pueden cambiar, incluyen las siguientes:
- Pérdida de salud
- Fallecimiento de un ser querido
- Empezar en tu primer trabajo, cambiar de trabajo, perder tu trabajo
- Iniciar tu propio negocio
- Un casamiento o divorcio
- Tener hijos o decidir no tenerlos
- Mudarse a una nueva casa o país
- Dejar la escuela
- Ir a la universidad
- La lista continúa…
Ahora, por mucho que queramos deshacernos del cambio o pretender que no está sucediendo, esto estará acumulándose, o permanecerá como una carga, hasta que lidiemos con dicho cambio.
El cambio también nos lleva a tomar decisiones que de otra forma hubiésemos ignorado o no hubiésemos tomado.
En algunas ocasiones, el cambio es inevitable y debemos hacerle frente, o de otra manera, este podría ocasionarnos más daño que bien.
Te dejo algunos consejos sobre cómo procesar el cambio. Si tienes más sugerencias, déjame un mensaje y las agregaré en la lista.
- Haz una pausa y date tiempo para darte cuenta de lo que está cambiando.
- ¡Reorganízate!
- Date un tiempo para comprender lo que está sucediendo.
- Date un tiempo para procesar todos los sentimientos y pensamientos que están surgiendo debido al cambio.
- Haz un plan acerca de cómo vas a afrontar este cambio y a seguir adelante con tu vida.
- Desglosa la situación en pasos más pequeños que sean más manejables, que te llevarán a aceptar el cambio y a procesar todo lo que el cambio trae consigo, de una manera más fácil.
- Honra tus sentimientos, sin importar cuan difíciles sean. Procesarlos te ayudará a avanzar.
- Recuérdate a ti mismo que esto es temporal. Esto pasará y tú aprenderás y crecerás gracias a ello.
- Confía en tus instintos acerca de qué hacer en cada situación que trae cambios a tu vida.
- Toma la responsabilidad por tu parte en el cambio/problema/oportunidad.
- Reevalúa tus prioridades, cómo haces las cosas y cómo deseas vivir tu vida.
Creo que luego que atravesamos cada situación que nos cambia la vida, nosotros podemos crecer, o bien quedarnos atorados en ella.
Ambas opciones significarán que cambiamos como individuos. Depende de nosotros que el cambio sea positivo o que nos quedemos atorados.
La elección y el cambio vienen de la mano.
Algunas veces una viene antes de la otra, lo cual es más agradable para nosotros – elegir qué cambios de vida queremos hacer, nos da control y nos alienta a trabajar hacia nuestras metas.
En otras ocasiones el cambio se convierte en algo que no podemos controlar, pero a la vez podemos sacar el lado bueno para nosotros, tal vez no inmediatamente, pero sí eventualmente.
Todo depende de cómo procesamos cada situación.
Hasta la próxima semana.
Traducción por Mayra Alarcón.
One thought on “En Terapia: Aceptando el cambio”